El cambio climático es una realidad que afecta a todos los sectores de la sociedad, incluyendo producción agrícola peruana. El aumento de las altas temperaturas provoca alteraciones en los ciclos de las plantas, que se adelantan o retrasan en sus fases de floración, fructificación y maduración. Estos cambios tienen un impacto negativo en el rendimiento, la calidad y el abastecimiento de los productos agrícolas.
En este artículo, vamos a analizar cómo el cambio climático influye en algunos de los cultivos más importantes de nuestro país, como los frutales, las hortalizas, el olivar y el viñedo. Veremos cómo las altas temperaturas, la sequía y las heladas afectan a la producción y la calidad de estos productos, y qué medidas se pueden tomar para adaptarse a esta nueva situación.
Los frutales son uno de los cultivos más sensibles al cambio climático, ya que dependen de las condiciones ambientales para desarrollar sus flores y frutos. Las altas temperaturas provocan un adelanto de la floración, que hace que los árboles florezcan antes de lo habitual. Esto puede ser un problema si se produce una helada tardía, que dañe las flores y reduzca la cosecha. Este fenómeno se ha observado en frutales como limones, arándanos, ciruelos y mangos, que han adelantado sus floraciones en los últimos años.
Las hortalizas son otro grupo de cultivos que sufren las consecuencias del cambio climático, especialmente la sequía y el calor. Estos factores provocan un estrés hídrico en las plantas, que reduce su crecimiento y su rendimiento. Además, influyen en el tamaño, la forma y el sabor de los frutos, lo que afecta a su calidad y su valor comercial. Algunos ejemplos de hortalizas afectados por el cambio climático son el esparrago, cebolla, tomate, la lechuga, el pepino o la zanahoria. Estos productos han experimentado subidas de precio en los últimos años debido a la escasez de oferta y a la mayor demanda.
Las aceitunas son uno de los cultivos más amenazados por el cambio climático. El aumento de las altas temperaturas y la disminución de las precipitaciones afectan al desarrollo del olivo y a la producción del aceite. El calor provoca una menor formación de flores y una mayor caída de frutos, lo que reduce la cosecha. La sequía provoca una menor acumulación de aceite en las aceitunas, lo que afecta a su calidad.
Las uvas son otro cultivo que se ve afectado por el cambio climático, ya que depende de las condiciones climáticas para determinar su ciclo vegetativo y su calidad enológica. El aumento de las altas temperaturas provoca un adelanto de la vendimia, que hace que las uvas maduren antes de lo previsto. Esto puede alterar el equilibrio entre el azúcar, la acidez y el pH de las uvas, lo que influye en la calidad del vino y en su sabor.
Las altas temperaturas, producto del cambio climático, provocan en primera instancia el cierre de estomas de las plantas, disminuyendo la actividad fotosintética de la planta y ralentizando todos los procesos metabólicos. La aplicación exógena de L-α-aminoácidos y compuestos bioactivos como el Terra-Sorb® favorece la apertura de estomas después del estrés climático. Esto permite incrementar la retención de agua en los tejidos (osmorregulación), aumentar la fotosíntesis, mantener una adecuada tasa de transpiración y retrasar el marchitamiento. El tratamiento con Terra-Sorb® permite también evitar en la planta la rotura endógena de proteínas y ahorrar recursos energéticos, ya que los L-α-aminoácidos son directamente incorporados en el metabolismo vegetal.
En un estudio realizado en Pennsylvania State University en condiciones controladas en Lolium perenne, el tratamiento con Terra-Sorb® foliar exhibió una mejor eficiencia fotosintética en altas temperaturas (28ºC y 36ºC). En el estudio se demostró que esta mejora no venía dada por el simple aporte de nitrógeno orgánico de Terra-Sorb®, sino que es el contenido de L-α-aminoácidos procedentes de hidrólisis enzimática (Enzyneer®) el que genera esta respuesta de resistencia al estrés.
A nivel molecular, se ha podido comprobar cómo el tratamiento con Terra-Sorb® actúa modificando la expresión de proteínas, incidiendo especialmente en la sobrexpresión de proteínas relacionadas con la fotosíntesis (Rubisco) y el sistema defensivo (Heat Shock proteins).
El cambio climático es un desafío que afecta a todos los sectores de la sociedad, incluyendo la agricultura. Los ingenieros agrónomos tienen la responsabilidad de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y de mitigar el impacto negativo sobre la producción agrícola peruana. Para ello, es necesario que se preparen adecuadamente, actualizando sus conocimientos y habilidades, y que se hagan con productos que les ayuden a proteger los cultivos de las plagas, las enfermedades y el estrés hídrico.
Con estos productos, los ingenieros agrónomos no solo contribuyen a la seguridad alimentaria, sino también al desarrollo sostenible y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Puedes conocer mas de Terra-Sorb en el siguiente enlace: https://www.farmex.com.pe/producto/terra-sorb-foliar/